Paolo Araquistain | Prensa LBPN
RIVAS.-
Wuillians Vásquez salió al rescate de los Gigantes de Rivas cuando perdían por
la mínima en el 8vo inning, y le dio vuelta al marcador con un enorme
cuadrangular entre right-center field con Cheslor circulando ante José Manuel
Martínez, colocando la pizarra final 4x3 a favor de los sureños en el Yamil
Ríos con una gran asistencia de público, incluido algunos leoneses que pudieron
hacer el viaje.
El relevo del leonés
Fidencio Flores fue fundamental para los Gigantes, les tiró pelota a los Leones
de 6.2 innings de 3 hits, 1 boleto intencional, y 6 ponches, esto después de
que Leonardo Crawford no hiciera el trabajo esperado como abridor rivense, pues
los melenudos le fabricaron 3 carreras en el segundo inning, una por hit
productor del veterano Jimmy González para empatar el juego 1-1, y después con
corredores en 3ra y 2da, un triple Chase Dawson puso el juego 3x1 a favor de
León. De paso, Dawson llegó a 13 juegos conectando de hit. Crawford dejaba el
juego perdido tras solo 1.1 innings de labor.
Los Gigantes habían
tomado la delantera en el propio primer inning ante Jesús Linarez, abridor de
los metropolitanos, con tres imparables consecutivos de Yosmany Guerra, Francisco
Peguero, y Raudy Read, este último impulsando la de la quiniela. En esa misma
bateada, Chase Dawson le robó un doble a Wuillians Vásquez con un gran fildeo
que evitó dos carreras más.
Más tarde en el 5to inning, con la ventaja de dos para León, Francisco Peguero conectó su tercer hit del juego, esta vez encontrando en segunda a Álvaro Acevedo, y colocó la pizarra 3x2. Antes de irse, Linarez estuvo muy cerca de permitir el empate con un hit de Iván Marín en el 6to inning, pero un potente tiro de Willy García puso out en home a Montealto quien corría desde segunda, pero él mismo terminó pisando el guante de Pinto en la registradora. Linarez se fue con 6 innings de 2 carreras limpias, con 9 hits, 1 boleto, y 5 ponches, siendo la cuarta salida de calidad que tiene ante los Gigantes, pero en todas termina sin decisión por falta de respaldo ofensivo.
Como ya vimos, el
batazo del juego lo dio Wuillians Vásquez ante Martínez, quien había sacado a
los primeros cuatro que enfrentó, 3 en el 7mo y el 1ro del 8vo, pero cedió
boleto a Cheslor, y Vásquez ya lo había sacudido las dos ocasiones previas que
se habían enfrentado, un jonrón de dos carreras en León, y un doble productor
en Rivas, y por ese antecedente, no era la mejor opción para medirse a Vásquez,
pero así lo quiso la dirigencia de León, y terminaron pagando caro. Joaquín
Acuña, el mejor relevista de toda la liga, llegó después del jonrón, cuando el
daño ya estaba hecho, pero cumplió dominando a Ofilio Castro e Iván Marín.
El trabajo de
Fidencio, cumpliendo con la frase “no hay peor cuña que la del mismo palo”, fue
su mejor presentación de toda la temporada. Previamente, como abridor ante los
Leones había sido fuertemente castigado con 5 carreras en solo un tercio de
labor, y sus últimos dos trabajos en relevo fueron ante el Tren del Norte y no
habían sido satisfactorios con 5 carreras en 1 inning, pero hoy si respondió, sobre
cumpliendo las expectativas con esta labor que significó la quinta vitoria de
Rivas en el Round Robin.
Samuel Adames fue el
responsable de trabajar en el 9no inning para evitar el daño de los Leones, y
pese a un ponche y wild pitch a Saúl Orozco abriendo tanda, terminó
consiguiendo un doble play por la vía ponche a Chase Dawson, y atrapado robando
a Orozco con un escopetazo de Raudy Read. Dawson, quien había aportado con el
madero y el guante temprano en el juego, no logró sacrificarse en el 9no rollo,
y para el tercer out Adames dominó al emergente Dwight Britton.
Con este triunfo los Gigantes (5-4) dejan su número mágico en 3, y León (4-5), pese a tener balance negativo, aún depende de sus propias actuaciones con 3 juegos por delante. El Tren del Norte (6-3) está con su número mágico en 2, y si este jueves ganan a Tigres y Gigantes gana en León, estarían oficialmente clasificados a la gran final por primera vez en la historia de la franquicia norteña. Los Tigres de Chinandega (3-6) matemáticamente están con vida aún, pero ya no solo dependen de ganar sus 3 juegos, sino que tendrían que ver como se mueven los demás resultados, pues su número trágico es 2.